tag:blogger.com,1999:blog-5200646157755807122024-02-07T07:14:28.500+01:00me escaparé en cuanto puedabegoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.comBlogger34125tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-80703222410105587452013-05-25T14:32:00.001+02:002013-05-25T17:33:05.507+02:00He intentado muchas veces encontrar las ganas para volver a escribir en este blog, siempre en vano, pero me he dado cuenta de que al menos se merecía tener un final (aunque sea sólo por el cariño que le tengo).<br />
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Dudo mucho que todavía quede alguien aquí, pero por si acaso, podréis encontrarme <a href="http://arteparanomorir.blogspot.com.es/"><span style="color: #666666;">en este otro blog</span></a>. Y también donde siempre:<br />
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<span style="color: #666666;">Facebook: Bego Martín Lara</span><br />
<a href="http://www.flickr.com/photos/fallenfeelings/"><span style="color: #666666;">Flickr</span></a><br />
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<a href="http://cargocollective.com/begonaml"><span style="color: #666666;">Portfolio</span></a><br />
<a href="http://monstershouse.tumblr.com/"><span style="color: #666666;">Tumblr</span></a><br />
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(Y gracias a los que me leían, que nunca lo dije suficiente.)begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-59556197418216615992010-11-02T19:58:00.006+01:002010-11-02T20:15:39.421+01:00Nunca se te dio bien dejar a las chicasLlevaba ya tiempo sospechando que su marido le ponía los cuernos, pero le asustaba tanto la idea de perderlo que se había cerrado ante cualquier evidencia de ello. Mientras siguiera ocupándose de los niños como siempre y aparentando ser una buena pareja, a ella le daba igual que sus viajes de negocios fueran cada vez más largos y las conversaciones entre ellos más cortas. Después de todo, ella no había dejado de quererlo ni un momento y era incapaz de imaginarse cómo sería la vida sin él, aun sabiendo que hacía años que ya no lo tenía realmente y que llegaría un día en el que él le pondría los papeles del divorcio delante o volvería a quererla y harían como si no hubiera pasado nada. Así que no se sorprendió demasiado cuando lo vio con las maletas en la puerta.<div>– Nunca se te dio bien dejar a las chicas, pero pensé que al menos te despedirías de Daniel y Charlotte.</div><div>Por lo visto, había conocido a alguien y se iba con ella a Baltimore. Mandaría dinero todos los meses e iría a Nueva York un par de días en las vacaciones para ver a los niños, ya que, según él, eso sería más fácil para ellos que estar cambiando de manos continuamente.</div><div>– Seguro que encuentras un hombre que sea mejor padre que yo. Ya sabes, nunca me gustaron mucho los niños – le dijo.</div><div>– ¿Es eso lo que quieres que les diga cuando les explique por qué no te ven? ¿Porque no te gustan los niños? ¡Eres su padre, Bill, ellos sí te tienen que gustar!</div><div>– Christine, por favor...</div><div>Recordó entonces lo difícil que era discutir con él, siempre empeñado en tener la razón aunque supiera que no la tenía. Así que no dijo nada más y se quedó allí, sentada en el brazo del sofá, viendo cómo el chico que a los veintitantos había prometido no dejarla, la dejaba.</div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com18tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-20412740939035274462010-09-20T17:28:00.004+02:002010-09-20T17:43:46.721+02:00Chéjov de madrugada<div>Los domingos por la mañana íbamos al parque a ver a los viejecillos dar de comer a las palomas. Nos sentábamos en un banco y cada vez que alguien pasaba demasiado cerca de ellas y salían volando, me escondía detrás de su hombro y él decía que las chicas guapas y asustadas como yo eran un imán para las cagadas de pájaro. Llegó el verano y, sería por el calor, empezamos a pasar más tiempo en la cama y menos en el parque. En octubre volvió el frío y una mañana él ya no estaba, me quedé sin hombro detrás del que esconderme cuando las palomas volaran hacia mí y la cama me parecía enorme para mí sola. Empecé a dormir en el sillón en el que él solía leer Chéjov de madrugada y hacíamos el amor después de comer, y a pasar el resto del día sentada en las escaleras del portal de la que había sido nuestra casa mirando la gente pasar e intentando encontrarles parecidos con él. Un domingo de marzo apareció y me contó lo bonito que era San Petersburgo y que algún día nos iríamos los dos a vivir allí. Quería ir al parque a ver a los viejecillos dar de comer a las palomas, pero yo ya había perdido la costumbre y me iba a costar recuperarla. No pasa nada, me dijo, esperaré el tiempo que haga falta. Y, en algún momento de aquel año, volvimos al parque hasta que lo cambiamos por la cama y llegó octubre, pero él no se fue.</div><div>
</div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK5AEaCtE03nKYopR07Dt4dItmyhDSEx2ZzLVrRdhAdAeP3u7yDcUOS9Ja_ssRkowSDmfDjBXMTWM1Vx8hWsfXsXyYA7e_qrN-gkSWbV2XJ5-1dfP0O85-YfiuVphG74hZMvKVI8N5ykPh/s1600/no+hero+in+her+sky.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK5AEaCtE03nKYopR07Dt4dItmyhDSEx2ZzLVrRdhAdAeP3u7yDcUOS9Ja_ssRkowSDmfDjBXMTWM1Vx8hWsfXsXyYA7e_qrN-gkSWbV2XJ5-1dfP0O85-YfiuVphG74hZMvKVI8N5ykPh/s400/no+hero+in+her+sky.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5519019114971519858" /></a>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-80613138239219272242010-07-31T18:29:00.004+02:002010-07-31T18:34:09.569+02:00Siento muchísimo esta ausencia, llevo unos meses en los que no he tenido tiempo para nada. Acabo de volver de vacaciones y mañana me vuelvo a ir, pero prometo estar aquí en septiembre con nuevos relatos que ya están esperando.<div>Para cualquier cosa, estoy en Tuenti y en Facebook como Bego Martín Lara y <a href="http://www.flickr.com/fallenfeelings"><span class="Apple-style-span" style="color:#3333FF;">aquí</span></a>.</div><div><p></div><div>¡Un beso muy grande a todos!</div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family:monospace, 'Courier New';font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 19px;font-size:13px;">
</span></span></div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-52450446696441730902010-05-06T22:15:00.004+02:002010-05-06T22:34:52.316+02:00¿Su nombre?<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe5On74uuZ9XGJLBKDgI8KEX9m0abbSBByjpZJa2-V2AQX0__c9hSX4u2lSkK5acazYaITVZE8b0TzAXPtgETNpE5hHCC2Awg8BwZhOweFRC1MeP-W7FrqLHReUVYVN9YyMP3XdFDQlN43/s1600/Good+times+v.2+(polaroid).jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 349px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe5On74uuZ9XGJLBKDgI8KEX9m0abbSBByjpZJa2-V2AQX0__c9hSX4u2lSkK5acazYaITVZE8b0TzAXPtgETNpE5hHCC2Awg8BwZhOweFRC1MeP-W7FrqLHReUVYVN9YyMP3XdFDQlN43/s400/Good+times+v.2+(polaroid).jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5468253564697235138" /></a>
Total, que ahí estaba ella otra vez, esperando para pedir su <i>caramel macchiato</i> de todas las mañanas y yo, detrás del mostrador, que, una vez más, lo único que sería capaz de decirle iba a ser "tres libras cuarenta" y "¿su nombre?" Como si no lo supiera ya. Las primeras veces dijo Jessica, pero después pasó a ser Jess. Hablaba moviendo de una forma moviendo la boca que, Dios, me daban ganas de saltar el mostrador y besarla en esos labios rojos rojísimos que luego dejaban marca en la tapa del café. Claro que, aparte de su nombre, no sabía nada más de ella. Bueno, que no se echaba azúcar en el café y tardaba en bebérselo veintitrés minutos, pero se quedaba cuatro más antes de salir y seguir por Russell Street. Yo aprovechaba ese espacio de tiempo para dejar que Freddie me sustituyera en caja e iba a recoger su vaso y limpiar su mesa.<div>
</div><div>Le iba a tocar ya, estaba detrás de dos chicas que no se decidían entre si pedir una cookie para cada una o un muffin para las dos. Al final, se quedaron sólo con la bebida y, antes de que yo terminara de guardar el dinero, ella ya estaba delante mío.</div><div>–¿Su nombre?– pregunté cuando terminó de pedir, siguiendo el ritual.</div><div>– Jess. ¿Y el suyo?</div><div>Aquello me desconcertó tanto que estuve a punto de decir cualquier otro menos el mío.</div><div>– Yo soy Amy.</div><div>– Muy bien, Amy, ¿qué le parece si un día de éstos se sienta a tomar algo conmigo y dejamos que nos sirva y nos limpie la mesa otro? Porque he de decirle que me trasladan de oficina y no vendré más a desayunar aquí, pero la verdad es que a usted no me apetece dejar de verla.</div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-90226837598093068232010-03-17T19:21:00.003+01:002010-03-17T22:09:07.469+01:00– ¿Te vas ya? – le preguntó Joel desde la cama.<div>– Sí. Es el cumpleaños de Austin y tengo que estar en casa antes de que se despierte – contestó ella. Se estaba haciendo una coleta y sólo le faltaba ponerse las botas para irse. Tendría unos veinticinco y era increíblemente guapa, de las que hacen girar cabezas por la calle.</div><div>– Veeeenga...¿Cuándo vas a dejar a ese idiota? Llevamos juntos desde antes de que lo conocieras. Además, sé que me quieres más a mí – Joel la cogió de un brazo y la atrajo de nuevo hacia la cama, pero ella consiguió zafarse y se levantó, alisándose la ropa.</div><div>– Claro que te quiero más a ti. Pero llevamos casados tan sólo un año, ¿que dirían si lo dejara ahora? Que lo quería sólo por su dinero, pensarían que soy una zorra.</div><div>– Eres una zorra – le dijo, bajándose de un salto de la cama para besarla –. Y te casaste con él porque tu padre se cansó de tus caprichos y necesitabas a alguien que te los financiara. Sabes que por eso me da igual, quiero que seas feliz y lo acepto, siempre y cuando pueda seguir viéndote, pero estoy harto de que, cuando voy a vuestra casa a ver un partido con él, te mire, te toque como si fueras...suya.</div><div>La chica se rió ante su último comentario y se sentó en el borde de la cama, tirando de la mano de Joel para que hiciera lo mismo.</div><div>– Te prometo que – le rodeó el cuello con los brazos y lo besó otra vez – lo dejaré muy pronto, y entonces nos iremos de Londres y tendremos hijos y viviremos felices y comeremos perdices.</div><div>– Te quiero, Ashley.</div><div>Ella le dirigió una sonrisa, cogió su bolso y salió del apartamento.</div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-79077525659662404092010-02-17T20:02:00.003+01:002010-02-17T20:15:22.939+01:00Instrucciones para leer un libro<div>Lo primero que se debe hacer es conseguir un libro que le atraiga. Después, dependiendo de las ganas que tenga de leerlo, puede dejarlo un tiempo abandonado en una estantería o empezarlo inmediatamente. Cuando uno se ha decidido a comenzarlo, lo mejor es encontrar un buen lugar para que la lectura sea cómoda, como un sofá al lado de una lámpara que dé buena luz o, si es invierno y además llueve, un sillón junto a la ventana en una cafetería con un café o té en la mano puede ser el sitio perfecto. Ahora viene lo más difícil: abrir el libro. Se pone en posición vertical, de forma que las letras del título (esas que son un poco más grandes que el resto y no suelen ser frases demasiado largas) se puedan leer de izquierda a derecha. Luego, se levanta la portada, cogiendo una esquina con tres o cuatro dedos, llevando la mano hacia la izquierda y, una vez conseguido eso, se repite la operación con las páginas que sean necesarias hasta llegar a una en la que pone "capítulo uno" o que, un poco por encima de la mitad, haya de repente muchas letras y palabras juntas. Hecho eso, lo demás es fácil: se van deslizando los ojos por encima de las palabras (asegurándose de que se comprenden) y repitiendo la operación ya realizada para pasar las páginas. A medida que avance, vaya emocionándose con cada capítulo que lee, imaginándose la historia, a veces llorando y experimentando la sensación de no poder despegarse del libro, consiguiendo incluso, si está en un lugar público, que lo echen a la hora de cerrar. Pero eso verá que, si ha escogido bien la lectura, saldrá solo.</div><div>
</div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifPakqnE1bV4ll3mj-yPPEQjpU83XGksdXUoe6dzEGz_ttlDDdDo1vm1SSr-cpQd2qOX22CvO39RlvZBhM-BnsBac9fUD3ufivTE7yr9CwVWUFcb5rD_EVi5kW3Ihoz9HI6RPp9h-qAqqY/s1600-h/Poes%C3%ADa+eres+t%C3%BA.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifPakqnE1bV4ll3mj-yPPEQjpU83XGksdXUoe6dzEGz_ttlDDdDo1vm1SSr-cpQd2qOX22CvO39RlvZBhM-BnsBac9fUD3ufivTE7yr9CwVWUFcb5rD_EVi5kW3Ihoz9HI6RPp9h-qAqqY/s400/Poes%C3%ADa+eres+t%C3%BA.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5439290879877325042" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Trabajo para la clase de literatura basándose en las instrucciones de Julio Cortázar.</span>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-46719004605288423022010-01-18T18:47:00.014+01:002010-03-17T21:27:46.028+01:00El sonido de la nieve al pisarla<div>Decidí descansar del invierno en Madrid e irme una semana a Londres, a finales de enero o principios de febrero. Como regalo de cumpleaños. No le dije a Miguel que se viniera conmigo, porque para esas fechas estaría todavía en Chicago o acabaría de volver y, con lo que tenía que viajar él a lo largo del año, seguramente no le apetecería meterse de nuevo en un avión pudiendo estar en casa por fin. Pero yo estaba cansada y aburrida de la rutina, y quería volver a la ciudad de la que estaba enamorada desde los diez años. Hablé con él el día que me iba, y me prometió estar esperándome en el aeropuerto a la vuelta.</div><div>
</div><div>No se cumplió el pronóstico del tiempo que había mirado en internet y, cuando me levanté el segundo día allí, me encontré con Londres teñido de blanco. Debía haber estado nevando toda la noche, y todavía caían pequeños copos. Salí a la calle sin perder un segundo y entré en una cafetería con un ventanal grande, a tomar un chocolate caliente (porque nunca fui mucho de café o té) y un muffin con una pinta increíble, me senté en una mesa al lado de la ventana, para ver la nieve y la gente que pasaba. A los ingleses con traje y maletín no parecía hacerles mucha gracia el tiempo, pero, en un parque, había unos niños vestidos con uniforme de colegio que estaban entusiasmados, y, por un momento, quise salir a jugar con ellos. Terminé el chocolate y salí de la cafetería rumbo a Notting Hill, visita obligada en todos mis viajes a Londres, sin dejar de prestar atención ni un momento al sonido de la nieve al pisarla, cosa que siempre me ha encantado. Había una tienda de música en la que siempre me perdía entre vinilos, pósters, libros y discos, y de la que nunca volvía a casa sin algo de allí.</div><div>Mientras rebuscaba en una estantería, se abrió la puerta y entró el viento helado de la calle.</div><div>– Sabía que estarías aquí – me dijo Miguel, pasándome el brazo por los hombros, con tanta naturalidad como si hubiésemos quedado en encontrarnos ahí.</div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhV71xSOXAFImgMVD1rrvS1-sIvVHJR7LdZzIkqV4YXJuAsvOqUF2rSc_gM0kv0VvcCSIN-gzaA-SVphZab1FdWW5ZXr0DJF7UlVnFdx2zRj2XBq6mbdQh0_FQRGRFCZBbvaA0SHxU8GU5w/s1600-h/Big_Ben__by_xparalyzed.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhV71xSOXAFImgMVD1rrvS1-sIvVHJR7LdZzIkqV4YXJuAsvOqUF2rSc_gM0kv0VvcCSIN-gzaA-SVphZab1FdWW5ZXr0DJF7UlVnFdx2zRj2XBq6mbdQh0_FQRGRFCZBbvaA0SHxU8GU5w/s400/Big_Ben__by_xparalyzed.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5428138289836182306" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">No es Londres, pero Madrid también tiene su encanto nevado </span></span><a href="http://www.flickr.com/photos/fallenfeelings/"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'times new roman';"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">aquí</span></span></a><div><span class="Apple-style-span" style="font-family:monospace, serif;font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 19px;font-size:10px;">
</span></span></div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-43767790050195793862010-01-03T21:12:00.006+01:002010-03-17T21:28:01.689+01:00<div style="text-align: left;">Lucy esperaba en un banco de la estación, resguardada de la lluvia, y no había dejado de enrollarse y desenrollarse un mechón de pelo desde que llegó. Estaba nerviosa y no dejaba de mover una pierna, llevaba ya casi media hora y Jack tendría que haber llegado en el tren de las seis y diez. Miró el reloj y decidió que se quedaría sólo cinco minutos más, se estaba congelando y, además, no tenía paraguas para volver a casa; sabía que se tenía que haber ido hacía ya rato, tal vez ni siquiera debía haber salido. Seguramente Jack la llamaría al día siguiente para decirle que no había podido llegar por la lluvia o algo así, quizá ni siquiera hubiera comprado el billete y ella era la tonta que se creía todo lo que le dijera. Lucy no quería quererlo como lo hacía, al principio fue bien, pero, desde que se mudó, no sabía si él ya se había cansado de ella o qué. Se quitó los cascos del iPod de un tirón y los guardó en el bolso; habían pasado ya los cinco minutos que se había dado de plazo pero no quería irse, se quedaría hasta que pasara el último tren de Copenhague y estuviera segura de que no iba a llegar.</div><div style="text-align: left;">Oyó el sonido de un tren y se levantó corriendo del banco, el corazón le latía muy deprisa, pero, cuando se acercó, se dio cuenta de que no era el del andén en el que estaba, sino el de enfrente. Empezó a llorar, tenía claro que Jack no iba a venir, que no la quería ni le importaba ni lo más mínimo. "Eres lo más tonto del mundo" se dijo, mientras recogía sus cosas. Se secó las lágrimas y empezó a andar hacía la puerta para volver a su casa.</div><div style="text-align: left;">–¡Lucy!– escuchó detrás suyo cuando llegaba al hall de la estación. Jack corría hacia ella, empapado y con una sonrisa enorme, y la abrazó más fuerte que nunca – La lluvia ha retrasado muchísimo los trenes, he conseguido colarme en el de las seis menos veinte, porque sino a las diez de la noche seguro que seguía allí esperando. No sabes lo que te he echado de menos – dijo, sin soltarla.</div><div style="text-align: left;">Y tenía razón, Lucy no sabía nada, no tenía ni idea de las ganas que tenía Jack de verla, ni del dinero que llevaba ahorrando para pagar los billetes ni de lo ahorraría para todos los que hicieran falta.</div><div style="text-align: left;">– Te quiero – le susurró ella.</div><div style="text-align: left;">– Yo también, muchísimo.</div><div style="text-align: center;">
</div><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4SJPAeHhYNCErf1P_0DyHVKMtKGjZeWxDjixnivYzLL7skJgKHJUzXtRWtnSPgyOfPmhUSLlmiEf1Zco5_bcXFAjTMKO7p-dNEA9h_Ii7QFXN7H1MKHFfviqnbIdZ7BVIOO9OqQ4dgfMn/s400/No+te+olvides+del+paraguas.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5422609797027174274" />
<div>Aprovecho para agradecerle a <span class="Apple-style-span" style="color:#6666CC;">Jime</span> (http://jimeysublog.blogspot.com/) mi segundo premio. ¡Gracias, gracias, gracias!
<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0h0Wuhb1mY5BndUwR3K3x5-cwCzlmJ6AH5Wrpl_y_VD6_lxOLstAfWattzfTzMFNDeqey8Ca9uw2-bDStgCtEhBJGy9KiFByDpWOhCVEZA1D243QVNBwCcDtiaJoobtWdu2UBtsTahwTw/s1600-h/amante_literario%5B1%5D.jpg"></a><div><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><span class="Apple-style-span" style="color:#000000;">
</span></span></div><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0h0Wuhb1mY5BndUwR3K3x5-cwCzlmJ6AH5Wrpl_y_VD6_lxOLstAfWattzfTzMFNDeqey8Ca9uw2-bDStgCtEhBJGy9KiFByDpWOhCVEZA1D243QVNBwCcDtiaJoobtWdu2UBtsTahwTw/s1600-h/amante_literario%5B1%5D.jpg" style="text-decoration: none;"><img style="text-align: left;display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; cursor: pointer; width: 200px; height: 150px; " src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0h0Wuhb1mY5BndUwR3K3x5-cwCzlmJ6AH5Wrpl_y_VD6_lxOLstAfWattzfTzMFNDeqey8Ca9uw2-bDStgCtEhBJGy9KiFByDpWOhCVEZA1D243QVNBwCcDtiaJoobtWdu2UBtsTahwTw/s400/amante_literario%5B1%5D.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5422609803128899490" /></a>Las condiciones del premio son:</div><div>- Mostrar la imagen del premio.</div><div>- Agradecerlo a quien lo ha concedido.</div><div>- Explicar por qué amo tanto leer.</div><div>- Conceder el premio a otros blogs.</div><div>
</div><div><pre></pre></div><div>
</div><div>Para mí, leer es un placer. No hay día que no lea, por poco que sea, y cuando termino un libro tengo que empezar casi inmediatamente otro. Me encanta cómo me lleva a otro mundo, emocionarme, y evadirme de todo sólo interesada en lo que pasa en la página siguiente. </div><div>
</div><div></div><div><pre></pre></div><div>
</div><div>Y ahora, doy el premio a algunos de mis blog favoritos:</div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#6666CC;">Me llaman Octubre</span>, http://octubremellaman.blogspot.com/</div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#6666CC;">Miss Poulain</span>, http://lascosasdemisspoulain.blogspot.com/</div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#6666CC;">Ilusión</span>, http://palabraseilusiones.blogspot.com/</div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#6666CC;">Dunkel</span>, http://justdunkel.blogspot.com/</div><div>
</div><div></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:100%;color:#808080;"><span class="Apple-style-span" style=" line-height: 20px;font-size:13px;"><b>
</b></span></span></div><div><div style="text-align: center;">
</div></div></div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-58625917988172772872009-12-09T17:25:00.005+01:002010-03-17T21:11:29.371+01:00En el minibar de los hoteles de lujo de París siempre hay una botella de champánLlegó con una gabardina beige que le llegaba hasta las rodillas y unos tacones que hacían levantar las miradas de todos al oírlos chocar contra el suelo de mármol, que luego se perdían en sus espectaculares piernas. Tenía unos cuarenta y tantos, pero no los aparentaba, y cuando llegó a la recepción y se quitó el gorro de lluvia, dejó caer una larguísima melena dorada. Había reservado esas misma mañana y exigió una de las mejores suites del hotel. La que le dieron recibió su aprobación; estaba en el último piso, decorada al estilo clásico, y desde el ventanal se veía todo París, tenía un saloncito con un par de sofás y una mesa de café sobre la que había un enorme ramo de tulipanes, que no ponían en las habitaciones de cualquier huésped. Una puerta doble que casi llegaba hasta el techo daba a otra sala, donde estaba la gigantesca cama con dosel. Ella, sonriendo al verla, se sentó en una esquina de ésta y abrió su bolso para dar una propina al botones que la había acompañado. <div>–¿Se va a quedar mucho en el hotel?– le preguntó él, intentando quedarse algo más de tiempo con ella.</div><div>–Sólo esta noche, tengo una reunión con un cliente muy importante. ¿Le importaría traerme un té y unos bombones, por favor?</div><div>–Por supuesto.</div><div>Salió de la habitación mientras ella colgaba la gabardina en el armario; se acercó al espejo y se bajó la cremallera del vestido, dejándolo caer al suelo. Tenía casi mejor cuerpo que cuando tenía veinte años, cualquier actriz que fuera la imagen de alguna marca de cosméticos la habría envidiado.</div><div>Justo cuando empezaba a abrir la maleta, oyó que llamaban a la puerta, sacó una americana que había sido del último hombre con el que salió y se la puso rápido, abrochándose tan sólo un botón. Esta vez era un camarero joven, que la saludó con una encantadora sonrisa torcida. De las que más le gustaban. Dejó la bandeja al lado de los tulipanes y, cuando se iba a ir, ella le ofreció un bombón, y a una mujer así era imposible negarse. Le preguntó su edad y cuánto tiempo llevaba trabajando en el hotel, él quiso saber su nombre y de dónde era, terminaron sacando la botella de champán del minibar y bebiéndosela entera, por no dejar lo poco que quedaba cuando decidieron no beber más.</div><div>Esa noche, ardieron las sábanas de la gigantesca cama con dosel de la suite 516 y buscaron durante dos horas a un camarero desaparecido en el hotel y la mujer de la gabardina y los tacones llegó tarde a la reunión con un cliente.</div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-2459405666425199952009-11-11T18:58:00.005+01:002010-03-17T21:12:21.207+01:00Pero no lo hicieronEstaba sentada en el suelo de un callejón de algún polígono industrial de las afueras. Tenía el rímel corrido por toda la cara y ya no se acordaba ni de dónde se había quitado los altísimos tacones azules que se había puesto esa noche, aunque tampoco le importaba demasiado. De vez en cuando, se le escapaba una lágrima que llegaba hasta el suelo, e iban formando un pequeño charco. No había dejado de fumar en las dos horas y algo que llevaba allí, apestaba a alcohol y tabaco; la última vez que lo haría, se prometió.<div>Le dijeron que lo que ella tenía no se curaba con medicinas, pero encontró unas pastillas que la ayudaban. Ya le hubiese gustado que fuera permanente, aunque tener esos pequeños momentos de <i>felicidad</i> era mejor que nada. Y ahora, le iban a terminar matando antes de cumplir los treinta; que no era lo que ella quería, ni lo había querido nunca. Pero le daba miedo, no estaba segura de que, llegado a ese punto, pudiera sacar suficientes fuerzas para vivir por sí sola y hacer como si nada hubiera pasado. La verdad, ni siquiera se creía capaz de intentarlo, aunque tenía claro que si no lo intentaba ahora, no podría hacerlo nunca. Había olvidado por completo lo que era la felicidad, hasta el punto de no saber ya si existía o no; tal vez era eso lo que le daba miedo, salir a buscarla y no encontrarla.</div><div>A lo mejor, si en su momento le hubieran dado un abrazo, sólo uno, o alguien le hubiera dicho que estaba ahí, y lo hubiera estado, no habría cambiado nada. Pero no lo hicieron.</div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-89715318835994287772009-10-14T14:53:00.005+02:002010-03-17T21:28:28.542+01:00Tormentas de verano<div>Me despertó el sonido de la lluvia contra el tejado y el viento que entraba por la ventana abierta y movía las cortinas. Aún era pronto y, además, sábado, pero Marina ya no estaba en la cama; me puse la primera camiseta que encontré y bajé las escaleras. Todo el primer piso olía a café recién hecho y a tormenta de verano. Medio dormido, salí al jardín y, todavía en pijama y descalza, estaba ella, empapada, con una sonrisa de oreja a oreja.</div><div>–¿Qué haces aquí?– le pregunté acercándome para besarla.</div><div>–Tenías que haber visto cómo llovía hace un rato. He mirado por la ventana y he bajado corriendo, se está genial así – me contestó.</div><div>– Pues a mí me parece que tienes la piel de gallina, ¿quieres que te traiga una chaqueta o algo?</div><div>– No, si te vas a quedar no me hace falta – me dijo, acurrucándose bajo mis brazos mientras la lluvia caía cada vez más fuerte sobre nosotros.</div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYHz-w4B5lg1YNb7NiF5JF8v-pTjvQvxJltdsDqgzyTPkh_a3_2p1BANRbXNdEjgEubJDoXiFej82sHFpate7KSypDCh6dlWKdbfJa9AI9hymi_qGwsotZ3S331z5ahuoZrhTS7r-gbXty/s1600-h/My+heart+(is+yours).jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYHz-w4B5lg1YNb7NiF5JF8v-pTjvQvxJltdsDqgzyTPkh_a3_2p1BANRbXNdEjgEubJDoXiFej82sHFpate7KSypDCh6dlWKdbfJa9AI9hymi_qGwsotZ3S331z5ahuoZrhTS7r-gbXty/s400/My+heart+(is+yours).jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5392438464583401474" /></a>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-37712223755274958582009-09-24T19:03:00.004+02:002009-09-24T19:13:38.183+02:00<div>Dana se ha convertido en una fábrica de lágrimas. Hasta ha pensado en meterlas en frasquitos y regalarlas, por si a alguien le faltan. No sabe por qué llora, lo hace por las noches, casi sin darse cuenta, y luego no se lo dice a nadie. Estos dos últimos días se ha declarado en huelga; nada más levantarse, coge su muñeca favorita y se sienta con ella en las escaleras del porche. Dice que va a aguantar ahí todo el día, pero al final termina levantándose cuando ve una mariposa bonita revoloteando por el jardín y se le olvida su sentada. Lleva quejándose desde que llegó; odia el verano, el calor y estar lejos de Toulousse, donde están todos sus amigos y el resto de sus juguetes. Le dice a su padre que no es justo que Pierre pueda irse de la casa siempre que quiera, incluso fuera del pueblo, pero él sólo le contesta que su hermano es mayor. Pues vaya, cuando la ve después de mucho tiempo le dice que está muy mayor, y en verano parece que se le olvida. Así que se pasa las mañanas dibujando en el jardín. Un día, mientras coloreaba un pájaro carpintero, vio pasar un gato negro entre los arbustos. Se le iluminaron los ojos y corrió a por leche para dársela. Se pasó toda la tarde jugando con él, le puso nombre y todo, pero ya no se acuerda. Cuando llegó su padre, la regañó por mancharse el vestido que le había hecho su abuela y, encima, no le dejó quedarse el gato. Se encerró en su habitación y dijo que de madrugada se iba a escapar a casa, pero estaba tan cansada de jugar, que se durmió sobre la alfombra, apoyando la cabeza en su muñeca.</div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiit4IOdKmmLdz957LLdSUUu-FsWF7iiybV9BpjTHwtkN62SDo7rlN1AXIs6AmqQlgId97E12WhEFh-5KzlLHNfyuosZEISqCZTz-40N7_9Rr1TGtjj1D7lazeq5hu6xOHP8ZH9-JLOgiYX/s1600-h/DSC_0003.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 349px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiit4IOdKmmLdz957LLdSUUu-FsWF7iiybV9BpjTHwtkN62SDo7rlN1AXIs6AmqQlgId97E12WhEFh-5KzlLHNfyuosZEISqCZTz-40N7_9Rr1TGtjj1D7lazeq5hu6xOHP8ZH9-JLOgiYX/s400/DSC_0003.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5385081280951635826" /></a>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-4704660328592607642009-09-14T15:12:00.008+02:002010-03-17T21:28:48.263+01:00Agosto.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDjiZ5rMizq01YF-R6WPJCVngbr9Mdq8CrYXOoEXCoVbJ6sUy9Jjjo1spHKiB4TI4pDS_fj92aDjUwaUpo33ZUXdQy2GC3lChu90dLLRFz07KN550tl6YHyMmq2ZDAGBeKghMquIH12xFN/s1600-h/DSC_0004.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDjiZ5rMizq01YF-R6WPJCVngbr9Mdq8CrYXOoEXCoVbJ6sUy9Jjjo1spHKiB4TI4pDS_fj92aDjUwaUpo33ZUXdQy2GC3lChu90dLLRFz07KN550tl6YHyMmq2ZDAGBeKghMquIH12xFN/s400/DSC_0004.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5381311928956771762" /></a>Hoy ha hecho calor. No como los demás días desde que llegué aquí, que no podía salir sin una chaqueta por el frío. Bueno, frío, todo lo que puede hacer en pleno mes de agosto. Supongo que ya no me acordaba de cómo eran los agostos aquí, creo que me forcé a olvidar todo lo que tuviera que ver con este lugar cuando te fuiste. No pensaba que fuera a volver, ni que se me hubiera dado tan bien olvidar. Pero aquí estoy, desenterrando viejos recuerdos mientras espero que llegue octubre y volver a Barcelona. Encontré el álbum de fotos que hicimos en nuestro segundo verano, escondido en lo alto de un armario de una de las habitaciones que no se usaban, justo donde yo lo dejé la última vez. Nunca había pensado que me fuera a sentar tan bien volver a ver las fotos de todo el tiempo que pasamos juntos. El desván lo cerraron después de que se cayera Martina, y ahí sí que me hubiera gustado subir, por todo lo que hicimos los tres.<div>Los ronquidos de mi padre resonaban en toda la casa cuando, en otra de mis noches de insomnio, decidí salir a que me diera un poco el aire. La casa está igual, así que pude saltar desde mi ventana al tejadillo del porche, como hacías tú para entrar en mi habitación cuando mi padre ta había echado ya de madrugada, pero tú querías dormir conmigo. No sé cuánto tiempo me quedé ahí sentada, mirando la misma luna llena que nos iluminó en nuestra primera acampada solos. Desde pequeña las había odiado y tú hiciste que ahora las eche de menos. Creo que todas las lágrimas que había aguantado estos años sin ti decidieron salir de golpe aquella noche. Me imaginé viéndote saltar la verja del jardín y subir hasta mi lado con esa facilidad que yo tanto envidiaba. Y tu sonrisa, la que no te quitabas nunca de la cara y parecía decir que todo iba bien, aunque tú ya sabías que ni de lejos era así.</div><div>Me hiciste prometerte dos cosas, y no fui a tu funeral ni te mandé nunca flores, pero te dije desde el principio que no podría volver a enamorarme de nadie que no fueras tú, y aun así lo he intentado. Aunque tú me juraste antes que jamás te alejarías de mí, y no lo has cumplido.</div><div>
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</div><div>Hace ya tiempo, Misha (http://larealidaddelaspalabras.blogspot.com/) me dio un premio, pero hasta hora no lo he podido poner. <b>¡Gracias!</b>
<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiytpft_8mGM_EFD82Q3DCw5NSRGN4GK50ItcKT3asvpV5PoDLctmYK5v6eoCLb5IK7ZoSALxETgN9-TAaHtP0iAgInY3P3Ur6Jkf43RnAsK7xSmQffNq2C9oXfqEwl_11SfXp7TTxD42Dv/s1600-h/Blog_de_oro%5B1%5D.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 100px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiytpft_8mGM_EFD82Q3DCw5NSRGN4GK50ItcKT3asvpV5PoDLctmYK5v6eoCLb5IK7ZoSALxETgN9-TAaHtP0iAgInY3P3Ur6Jkf43RnAsK7xSmQffNq2C9oXfqEwl_11SfXp7TTxD42Dv/s400/Blog_de_oro%5B1%5D.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5381311414557381250" /></a>El premio se lo doy a:</div><div>http://tragedyinmysenses.blogspot.com/</div><div>http://tvkillsbrains.blogspot.com/</div><div>http://josiegreene.blogspot.com/</div><div>http://daracatscully.blogspot.com/</div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-73257479694429161862009-07-31T20:48:00.009+02:002010-03-17T21:14:55.751+01:00<div>El cielo de Estocolmo era casi mágico. Estaba tan cerca que parecía que, sólo dando un salto, te podías subir a una nube y recorrer en ella la ciudad. Nada más subirme al avión de vuelta ya echaba de menos los largos paseos por el Djurgården, con esas casas que parecían sacadas de películas antiguas, mientras veía pasar los tranvías que te llevaban hasta el mar -que era diferente en cada sitio. La cantidad de parques de atracciones y ferias, en los que en cada esquina había un pequeño puesto repleto de enormes algodones de azúcar. Coger el metro -siempre puntual- por la mañana temprano e ir hasta la diminuta Skeppsholmen, tumbarme en el césped y ver los barcos que vienen y se van de las islas vecinas, con <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Macy's Day Parade</span> sonando una y otra vez en mi cabeza. Echaba de menos pasar las tardes subiendo y bajando las larguísimas cuestas de Södermalm, que eran recompensadas por todas las tiendas de todas las aceras. Pasear por las estrechas calles de Gamla Stan, trasladándome a otra época en todos los sentidos. Ir en tren a Malmö, leer durante las cinco horas de viaje cualquier libro de Amélie Nothomb y, entre capítulo y capítulo, mirar por la ventanilla y ver los bosques de todos los verdes posibles, las granjas aisladas y las gotas de lluvia que recorren el cristal como gusanos. Y acabar los días cenando a las seis.</div><div>Son muchas cosas que echar de menos de una ciudad tan pequeña.</div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtjG2JFsnhbJv0VHw1Cfcpwo5HC2eRB7qBCpJAlDlrBdUOjq1ARYfCKzbkUEB3br3T5Jo-L3RNDvod93gQHVf5fsjVNPrTVY9wzXk2DprqRytIrrvHpBVj_OuYN_OggP9f3lTvC3tGU_HX/s1600-h/The+sky+is+nearer.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtjG2JFsnhbJv0VHw1Cfcpwo5HC2eRB7qBCpJAlDlrBdUOjq1ARYfCKzbkUEB3br3T5Jo-L3RNDvod93gQHVf5fsjVNPrTVY9wzXk2DprqRytIrrvHpBVj_OuYN_OggP9f3lTvC3tGU_HX/s400/The+sky+is+nearer.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5364698420362658930" /></a><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(102, 102, 102);"><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">Me pierdo durante algo más de un mes en un pueblo de la sierra; todavía no sé si voy a tener internet, así que si no nos vemos, ¡hasta la vuelta!</span></span>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-46166892909491162802009-07-12T19:48:00.006+02:002010-03-17T21:15:39.966+01:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsa_tKr6uaGwMKOi46KF0VL3rs-ZymT5WUKKNUeuFyvG91JVMAG9naLqn-DofJqeeDufKwgjW2cDcu2pIySy5l8vpiK-xcVIZT4ADyy1oY5bYNWbrcoYhgqiWKB4y865Yand89GgmVw_3y/s1600-h/Place_de_la_Ville_de_Paris__by_xparalyzed.jpg" style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);">
</span><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); "><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Querida Anna:</span><div><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Siento muchísimo no haber podido ir a París, ¡tenía tantas ganas de veros! Seguro que Charlotte se lo pasó bien, estará ya muy mayor, ¿no? Y Peter, ¿qué tal? La última vez que le vi fue cuando comimos todos en tu cumpleaños.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Yo últimamente estoy mejor, tengo más ganas de comer y no me da todo náuseas como antes. Aunque sigo sin acostumbrarme a eso de no tener pelo, desde siempre llevándolo largo y ahora...</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Los médicos están buscando un donante de médula, cuanto más compatible mejor. Ya sabes, si hubiera tenido tantos hermanos como tú sería mucho más fácil. Le dije a Nate que que no se quedara conmigo, tiene mejores cosas que hacer que quedarse todo el día en un hospital sin estar enfermo, así que normalmente estoy sola. Aunque viene a verme algunas tardes y bajamos a un jardín, que hay unos bancos en los que da un poco el sol y se está muy bien. Hace unas semanas, me habló de una chica, y creo que están saliendo; pero cuando le pregunto, cambia de tema rápido y se pone rojo, como en el instituto cuando le decíamos algo de Melanie, la chica pelirroja esa, ¿lo recuerdas? Que, por cierto, me dijo que se la había encontrado un día al salir de una cafetería cerca de Piccadilly.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Bueno, por las mañanas no tengo nada que hacer, así que te escribiré más a menudo. Y ya lo hemos pensado Nate y yo: cuando salga del hospital vamos a ir a veros a Dublín, así que espero que nos tengas preparada una tarta de queso de esas que te salían tan bien.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">
</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Te quiere, </span></div></span></a><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsa_tKr6uaGwMKOi46KF0VL3rs-ZymT5WUKKNUeuFyvG91JVMAG9naLqn-DofJqeeDufKwgjW2cDcu2pIySy5l8vpiK-xcVIZT4ADyy1oY5bYNWbrcoYhgqiWKB4y865Yand89GgmVw_3y/s1600-h/Place_de_la_Ville_de_Paris__by_xparalyzed.jpg" style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); "><div style="display: inline !important; "><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Christine.</span></div></span></a>
</div><img style="text-decoration: underline;display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 268px; " src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsa_tKr6uaGwMKOi46KF0VL3rs-ZymT5WUKKNUeuFyvG91JVMAG9naLqn-DofJqeeDufKwgjW2cDcu2pIySy5l8vpiK-xcVIZT4ADyy1oY5bYNWbrcoYhgqiWKB4y865Yand89GgmVw_3y/s400/Place_de_la_Ville_de_Paris__by_xparalyzed.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5357633563094845442" />begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-70953304889916169692009-07-05T15:16:00.003+02:002010-03-17T21:16:04.977+01:00Mejor que no tener nada.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEin7EcIlu2_TsKtiIjacWSCp1AdCFdYIokxK5qTfQXeSA9axKhBtzM0hvOCDi05KYRXnu1aqGM-LGeDeSchv7HnlFgbetJylDNgKk_sOPKt_nu4Q67qIPLKKlkUeIGeuD5JlnIPocK44zSu/s1600-h/It__s_a_city__by_xparalyzed.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEin7EcIlu2_TsKtiIjacWSCp1AdCFdYIokxK5qTfQXeSA9axKhBtzM0hvOCDi05KYRXnu1aqGM-LGeDeSchv7HnlFgbetJylDNgKk_sOPKt_nu4Q67qIPLKKlkUeIGeuD5JlnIPocK44zSu/s400/It__s_a_city__by_xparalyzed.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5354964810370282802" /></a>
La Gran Vía era de Rebecca. Daba igual cuántas veces se la hubiera recorrido ya, siempre encontraba algo que aún no hubiera fotografiado. Ese día, le había apetecido volver a ir; desde el accidente era lo que más hacía, salir a hacer fotos, era lo único con lo que conseguía olvidarlo por un momento. Todas las mañanas, paseaba por Madrid parándose en cualquier sitio que la inspirara, y apretaba el disparador de la cámara tantas veces como fuera necesario para que la foto quedara perfecta. <div>Ya era tarde, y pequeñas gotas de lluvia empezaban a caer; Rebecca entró en el metro y esperó el tren que la llevaría de vuelta a casa. Mientras, una pregunta empezó a rondar por su cabeza: ¿por qué seguía allí? Madrid le gustaba, sí, pero ya no había nada que la retuviera, no tenía ningún motivo por el que quedarse. Puede que fuera porque tenía la extraña esperanza de que él volviera, sabiendo que era imposible. O, tal vez, quería pensar que todo eso sólo era un sueño (o una pesadilla) y a la mañana siguiente volvería a despertarse a su lado. O sería que cada rincón de Madrid le recordaba su presencia, y eso era mejor que no tener nada.</div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-66299827454945822722009-06-25T13:47:00.009+02:002010-03-17T22:09:29.595+01:00<div>Esa mañana, María se levantó con más ganas que nunca de abrazarle. Había soñado con él, como casi siempre, pero esa noche había sido tan real que, cuando se despertó, todavía creía que se iba a encontrar a Adam a su lado. Después de quedarse un rato más en la cama, deseando que su sueño fuera realidad, cogió el móvil para mirar la hora. Era tarde, así que seguramente ya estaría sola en casa. Se bajó de un salto y se dirigió a la cocina; no sabía por qué, pero desde que Adam se había ido, todas las mañanas le apetecía comer chocolate. María se quedó mirando por la ventana mientras partía varios trozos de una tableta. Hacía algo de calor, pero estaba nublado y entraba olor a lluvia. A ella le gustaba ese olor. Adam le había prometido que esa tarde la llamaría, eso la ponía de buen humor, oír su voz le hacía parecer que no estaba tan lejos como de verdad estaba. Aunque las llamadas eran caras, en esas tres semanas habían hablado más de lo que María había esperado. A ella le gustaba que su novio le contara cómo era Sidney, su casa y el coche que se iba a comprar. Le decía que a ella seguro que le gustaría y que, si ella estuviera allí, entonces sería todo perfecto. Pero odiaba el momento en el que se despedían, era como volver a estar en el aeropuerto, aunque sin poderle tocar, sólo pudiéndole decir un "te quiero" demasiado corto para lo que de verdad sentía.</div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTlj3UdtKYGkPfriEZbCwpjs8_VHU2eUDgJ_KAqqH4qTXm_m1QqHxdW4htp5ZLIHhb7np8C3avyRVgre_BD7wvPi2GxmJMrVY1_PwILXIylq5kS8vST0_2kz3MEEpHr0_q2KJVDx8FEycW/s1600-h/In+the+middle..jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTlj3UdtKYGkPfriEZbCwpjs8_VHU2eUDgJ_KAqqH4qTXm_m1QqHxdW4htp5ZLIHhb7np8C3avyRVgre_BD7wvPi2GxmJMrVY1_PwILXIylq5kS8vST0_2kz3MEEpHr0_q2KJVDx8FEycW/s400/In+the+middle..jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5351230922224268866" /></a>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-37225338146259102032009-06-16T14:55:00.004+02:002010-03-17T21:17:07.022+01:00Quiso gritar, pero no le salía la voz.Amanda corría por los pasillos del hospital abandonado. Ya estaba, había ganado la apuesta con Samantha, pero en ese momento se estaba arrepintiendo de haberla hecho caso. Necesitaba salir de allí, su nerviosismo iba en aumento, y el sonido de la lluvia contra lo que quedaba de los cristales no la ayudaba tranquilizarse. Sabía que estaba en el segundo piso, pero no conseguía encontrar las que habían sido las escaleras de emergencia, las únicas que ahora estaba en <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">buenas</span> condiciones. Ella iba alumbrando las paredes con la luz del móvil, lo que daba un aspecto más aterrador a las habitaciones, de las que parecía que en cualquier momento iba a salir el fantasma de alguien que hubiera muerto allí. Entonces, pasó al lado de las escaleras principales, por las que era casi imposible bajar, pero ella recordó que, después de haber subido, las había visto, o sea que ya no podían estar muy lejos las otras. Eso la tranquilizó un poco, sólo tenía que llegar a bajo y salir de ese sitio. Siguió caminando hasta el arco de las escaleras y empezó a bajarlas lo más rápido posible, para escapar de allí cuanto antes. Justo cuando sólo le quedaban unos pocos metros para alcanzar la salida, Amanda vio la sombra de una persona que salía de una habitación. Se le cayó el móvil de las manos y quiso gritar, pero no le salía la voz.<div>- ¿Amanda? - dijo él, al verla. Cuando ella reconoció la voz, le faltó tiempo para correr hacia él. Notó sus brazos en su espalda, abrazándola, y, por una vez en toda la tarde, se sintió segura.</div><div>- Eh, que no pasa nada - le susurró él. Y tenía razón, ahora ya no pasaba nada.</div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-82547190076220780612009-06-04T19:13:00.004+02:002010-03-17T21:29:40.573+01:00Por si esa era la última vez.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7lqB9RsSTDtjZJQeHwJh7c66jXEpQTSun-U5bbdfGWwhvFcB_GCuzyPagT3RRuJ1nA4M7EN9JDo19O0VEql3uFAaZY2kWQddJ60RtpM5DaZNR_rqxDxkmv38bwJEbmWwTtmO7moBCZB7e/s1600-h/Retiro+nevado..JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7lqB9RsSTDtjZJQeHwJh7c66jXEpQTSun-U5bbdfGWwhvFcB_GCuzyPagT3RRuJ1nA4M7EN9JDo19O0VEql3uFAaZY2kWQddJ60RtpM5DaZNR_rqxDxkmv38bwJEbmWwTtmO7moBCZB7e/s400/Retiro+nevado..JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5343522545281574482" /></a>
Las drogas habían dejado de hacer efecto en él. Lo que antes le había aliviado, ahora estaba empezando a matarle; y ese dolor físico no era ni de lejos lo suficientemente fuerte para enterrar el psicológico. Ian se asomó al mirador del ático mientras encendía un cigarro que colaboraría a la destrucción de sus pulmones, pero le daba igual. Entre calada y calada, pensaba en cómo la echaba de menos, a ella, a la que era y sería el amor de su vida. Casi prefería que hubiese muerto ya, era mejor que verla cuatro horas al día (dos por la mañana y dos por la tarde) conectada a una máquina que parecía únicamente hacer ruido. Estaba harto de eso, quería que los médicos encontraran por fin un tratamiento que la hiciera volver a vivir una vida o que se muriera, porque sólo así ella dejaría de sufrir como lo hacía. Añoraba su sonrisa, que se contagiaba a todos los que la estuvieran mirando, y su risa, que hacía feliz a cualquiera mientras sonara. Ahora ella sólo sonreía tristemente cuando Ian entraba a la habitación del hospital y cuando decía, casi sin voz, algún ''estoy bien'' que era imposible de creer.<div>Ian apagó lo que quedaba del cigarro y bajó a por su abrigo; eran las cuatro, la hora de ir a verla y decirla, como cada día, lo mucho que la quería. Por si esa era la última vez.</div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-41985951231117524912009-05-30T12:50:00.007+02:002010-03-17T22:09:48.472+01:00María se levantó a medianoche, y recorrió los oscuros y silenciosos pasillos de su casa hasta llegar al baño. Se miró en el espejo y empezó a peinarse un poco con las manos. Puso mala cara, y decidió que el jueves iría a la peluquería, porque ya se le empezaban a ver las raíces castañas. Se quitó con los dedos los restos de lápiz que le quedaban en los ojos; Adam decía que el verde que tenían le recordaba a Central Park y a todas las noches que habían escapado allí. María sonrió al pensar en él. Bajó la mano hasta llegar al cuello, a la marca que le había dejado el último beso de su novio. El último hasta dentro de un año, cuando él volviera a Nueva York. Él le había prometido que intentaría ir a verla unos días, pero ella sabía que no iba a ser así, que aunque quisiera no iba a poder, estaba demasiado lejos. Sabía que iba a tener que ir en verano a la playa sin él; la lluvia sólo la mojaría a ella en otoño, y la nieve en invierno; y vería sola nacer las flores en primavera. María iba a contar cada segundo que faltaba para el siguiente 29 de julio y lanzarse a los brazos de Adam en medio del aeropuerto. Se miró otra vez en el espejo y ladeó la cabeza, como si él estuviera a su lado. Le echaba de menos desde los dos primeros pasos que le habían alejado de ella, pero en ningún momento se le había ocurrido pedirle que se quedara; sabía todo lo que podía cambiar, pero tenía que correr el riesgo.
Esperaría ese año, por él tenía claro que lo haría.begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-52399664326862955772009-05-20T21:53:00.005+02:002010-03-17T21:23:15.851+01:00Recuerdos en un banco.<div>- No sé por qué te gustan tanto las margaritas - me dijo Lucas mientras me daba la que acababa de arrancar - Son...muy simples.</div><div>- ¿Tiene que ser siempre lo más complejo y decorado lo más bonito? Me gustan, y ya está. Será por la combinación de los pétalos blancos con el amarillo o por como parecen una alfombra cuando cubren todo el césped. Me gusta que tú me des una, llevarla todo el día conmigo y, luego, deshojarla y que me toque como último pétalo el de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">me quiere</span>. Supongo que todo eso hace que las margaritas sean mis flores favoritas. Además, la primera vez que me regalaste algo, fueron esas.</div><div>- ¿En serio? No lo recuerdo.</div><div>- Sí, las cogiste del otro lado de la verja del patio, y te llenaste las manos de heridas. Cuando me las diste y sonreí, te pusiste rojo. El resto de niñas se enfadó y no querían jugar conmigo, porque fui la única a la que le regalaron flores.</div><div>- Ah, ya me acuerdo. Fue el día que te pedí que te casaras conmigo, pero tú me dijiste que por lo menos esperáramos a tener diez años.</div><div>- Sí, ese día.</div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-fb64Z9PnJdffASrnpxxQ9qQBrR-mLejvO_YE0DBdOzBG6EO4nMf62_WYiXcDwtK1-CPvtebL6phguFE8-8nYaoislY3WW4D60JXyltgcKrSm1oshRYPxs8DqSJOa0X9Kr-t0slpEsyFm/s1600-h/White&yellow..jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-fb64Z9PnJdffASrnpxxQ9qQBrR-mLejvO_YE0DBdOzBG6EO4nMf62_WYiXcDwtK1-CPvtebL6phguFE8-8nYaoislY3WW4D60JXyltgcKrSm1oshRYPxs8DqSJOa0X9Kr-t0slpEsyFm/s400/White&yellow..jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5337997421394668610" /></a>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-71627490035048682212009-05-15T00:22:00.003+02:002010-03-17T21:23:39.878+01:00La vida de Nya no era convencional. Pasaba sus días recorriendo a pie casi todo Estados Unidos, pero no por grandes ciudades; demasiada contaminación, demasiada gente, demasiada corrupción. Y eso a ella no le gustaba, prefería los pueblos pequeños, acogedores, con pocas personas. En especial los del estado de Washington, rodeados por completo de bosques, húmedos y fríos. Odiaba el calor, aunque con tal de estar en un lugar que no conociera, era capaz de sacrificarse. Porque eso sí que le gustaba de verdad, <strong>conocer</strong>. Pero, por lo general, se movía por el norte. Cuando la veían caminando sola por carreteras secundarias, a veces la paraban, creyendo que podía ser alguna adolescente que había huído de su casa. Parecía más joven de lo que era, y por su pálida piel, el pelo tan rubio y los ojos azules, se la veía hasta frágil. Pensaban que era increíble que hiciera eso, sin tener miedo de nada. La gente no entendía por qué había dejado su casa y familia en Finlandia, y eran muchos los <em>un día te encontrarás a algún</em> <em>desgraciado y te arrepentirás de haber venido</em> que escuchaba en cada pueblo por el que pasaba. Pero a ella le gustaba la vida que llevaba, y no le importaba correr el riesgo de <em>lo que pudiera</em> <em>pasar</em>. Normalmente, no se quedaba mucho tiempo que cada sitio, el suficiente para conseguir algo de dinero y seguir con su camino. Solía encontrar una casa en la que le dejaran una habitación por un precio razonable - y ella ya era más o menos conocida entre los pueblos -, por si no, llevaba su tienda de campaña. Iba preparada, había cogido un vuelo Helsinki-Nueva York para eso. Al acercarse el invierno, se movía a alguna ciudad, compraba ropa de abrigo y volvía a su ruta. Le gustaba lo de no tener casi preocupaciones.
No sabía cuánto tiempo más iba a estar así, echaba de menos a su familia y amigos, pero le quedaba mucha vida por delante, y todavía no quería regresar a Finlandia, ni asentarse en Seattle, Phoenix, ni siquiera una localidad pequeña. No necesitaba nada ni nadie más, y cuando lo hiciera, ya pensaría qué hacer.begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-59273295086921446162009-05-11T21:20:00.003+02:002010-03-17T21:24:03.642+01:00El escritor de la ventana.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKrkhh7VPEJcMhxkW4FVtZdRxDiEd9-Aw1W3fOw2JZ2bLauq7BKKFkM2BwtttUX5NuesMxPg2pWwp-WNwMmadCqXALxhlNyFxHVfIBivK4PZzvDjrpyH2MH0qr1uU51jvlnWTBKYykJKnS/s1600-h/While+I%27m+drawing+II..jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKrkhh7VPEJcMhxkW4FVtZdRxDiEd9-Aw1W3fOw2JZ2bLauq7BKKFkM2BwtttUX5NuesMxPg2pWwp-WNwMmadCqXALxhlNyFxHVfIBivK4PZzvDjrpyH2MH0qr1uU51jvlnWTBKYykJKnS/s400/While+I%27m+drawing+II..jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5334648714570980242" /></a>
Por las noches, cuando toda la casa está en silencio, siempre se oye lo mismo, por encima del lejano ruido de los coches. En el edificio de enfrente, desde una pequeña ventana iluminada, se escapa el sonido de alguien golpeando suavemente las delicadas teclas de una vieja máquina de escribir. Todas las noches, desde verano. Y mientras la oscuridad va desapareciendo hacia el otro hemisferio y el calor no deja dormir, me pregunto quién será ese escritor noctámbulo que nunca descansa. Si será un novelista famoso o sólo un aficionado. ¿Escribirá historias de aventuras, dramas o de terror? ¿O será una novela romántica? Entre pregunta y pregunta, se me van cerrando los ojos, y ese ruido de las teclas se convierte en mi nana. Por la mañana el sonido continúa, no parece que él duerma, si acaso mis pocas horas de sueño; es como si fuera una grabación que, cuando termina, la vuelven a poner sin perder un minuto. A mí me gusta el sonido, es hasta reconfortante, cálido; me hace imaginar la historia de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">mi</span> escritor empedernido, su vida, su nombre...eso mismo inspira mis propias líneas, y soy capaz de escribir sobre un hombre, enamorado de la máquina de escribir de algún antepasado suyo, que sueña con publicar un <span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">libro</span></span>.begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-520064615775580712.post-41741366841157788182009-05-08T22:48:00.007+02:002010-03-17T21:24:31.825+01:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzreK19LdSSYwDWkMq-hYTDyhe0PxI8AsX5KroO_Fg9GL9jDQxjrNA4_CTUDpOwkTWfcf2-G8ViQZX9Tc7dp6Y_TgHpe2EX4ulmhvFVC1NoHZtklbPJnKVeeWOSRA0O_dSz2ZIO5tPhdkh/s1600-h/All+you+need..jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 268px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzreK19LdSSYwDWkMq-hYTDyhe0PxI8AsX5KroO_Fg9GL9jDQxjrNA4_CTUDpOwkTWfcf2-G8ViQZX9Tc7dp6Y_TgHpe2EX4ulmhvFVC1NoHZtklbPJnKVeeWOSRA0O_dSz2ZIO5tPhdkh/s400/All+you+need..jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333559767462730002" /></a><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(153, 153, 153); font-weight: bold;">
</span><div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(153, 153, 153); font-weight: bold;font-size:24px;">
</span>Y a tan sólo cinco minutos para las seis, cinco minutos para volver a verle, noto como mi cuerpo se prepara para sentirle otra vez cerca de mí, su piel contra la mía, como una sola persona. Se prepara para recibir de golpe todas esas emociones que se dispararán en mí cuando oiga el timbre de la puerta. Se prepara para asimilar ese placer que recibirán mis labios cuando él ponga los suyos encima. Igual que si fuera la primera vez. Me vienen a la cabeza recuerdos de todo lo que hemos pasado juntos, todos demasiado perfectos para elegir uno solo. Tardes enteras abrazados, tirados por cualquier jardín. Todo lo que le había echado de menos en ese tiempo parecía que iba a desaparecer de repente cuando le viera atravesar mi puerta. Más que querer volver a verle, besarle, estar entre sus brazos...<u>lo necesitaba</u>. Cada segundo que pasa se me hace eterno, no dejo de mirar el reloj. Y cuando suena el timbre, siento que se podrían oir los latidos de mi corazón desde el otro lado de la habitación, me falta tiempo para correr hacia la puerta y lanzarme a sus brazos.<div>Le quiero. <span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">Más que a nada</span>.</div></div>begoña ml.http://www.blogger.com/profile/10193118347071243814noreply@blogger.com1