El cielo de Estocolmo era casi mágico. Estaba tan cerca que parecía que, sólo dando un salto, te podías subir a una nube y recorrer en ella la ciudad. Nada más subirme al avión de vuelta ya echaba de menos los largos paseos por el Djurgården, con esas casas que parecían sacadas de películas antiguas, mientras veía pasar los tranvías que te llevaban hasta el mar -que era diferente en cada sitio. La cantidad de parques de atracciones y ferias, en los que en cada esquina había un pequeño puesto repleto de enormes algodones de azúcar. Coger el metro -siempre puntual- por la mañana temprano e ir hasta la diminuta Skeppsholmen, tumbarme en el césped y ver los barcos que vienen y se van de las islas vecinas, con Macy's Day Parade sonando una y otra vez en mi cabeza. Echaba de menos pasar las tardes subiendo y bajando las larguísimas cuestas de Södermalm, que eran recompensadas por todas las tiendas de todas las aceras. Pasear por las estrechas calles de Gamla Stan, trasladándome a otra época en todos los sentidos. Ir en tren a Malmö, leer durante las cinco horas de viaje cualquier libro de Amélie Nothomb y, entre capítulo y capítulo, mirar por la ventanilla y ver los bosques de todos los verdes posibles, las granjas aisladas y las gotas de lluvia que recorren el cristal como gusanos. Y acabar los días cenando a las seis.
Son muchas cosas que echar de menos de una ciudad tan pequeña.
Me pierdo durante algo más de un mes en un pueblo de la sierra; todavía no sé si voy a tener internet, así que si no nos vemos, ¡hasta la vuelta!
¡Qué bonito! Describes Estocolmo de tal manera, que dan ganas de ir y visitar todos esos lugares.
ResponderEliminarUn beso MUYGRANDE :)
Cuanta magia acumulada. Me gusta.
ResponderEliminarCat dice que en algunas ciudades pequeñas hay magia, y que si das con ella, echas cada detalle de menos.
ResponderEliminarmiau en globo aerostático
Me encantan tus fotos del flirck! te agrege para poder ir siguiéndolas, por cierto el premio te espera en mi blog , no le hagas esperar
ResponderEliminar:)(L)
Me dan ganas de visitar Estocolmo.
ResponderEliminarMuchos besos en forma
de algodón de azúcar.
Se te echa de menos!
ResponderEliminarTe lo dije, me encantaron las fotos y ya la descripción... definitivamente he de ir!
ResponderEliminarPásalo bien :)
Un beso :*
Que manera mas bonita de describir Estocolmo.
ResponderEliminar¡Me han entrado muchas ganas de ir!