23.4.09

Algunas hojas estaban manchadas. La portada tenía marcas de haber estado mojada, y olía como si un frasco de colonia se hubiera roto en el cajón donde estaba guardado. Su colonia. Había páginas que se habían doblado, sin querer, y folios pegados con celo que sobresalían por las esquinas. La letra era desordenada, pero bonita. Igual que ella. De hecho, cada vez que pasaba un página, estaba más seguro de que se podría decir que era ella convertida en cuaderno. Era como volver a tenerla a mi lado.

1 comentario:

¿quieres contarme algo?